lunes, 30 de septiembre de 2019

El cuento motor.

¡Buenas tardes!

En la entrada anterior hablé sobre las canciones motrices, en esta ocasión, voy a escribir acerca de los cuentos motores, ya que considero que no están muy vistos en Educación Física, y son un recurso muy interesante para trabajar de forma global en Educación Infantil.

El cuento motor podríamos definirlo como "un cuento jugado, un cuento vivenciado de manera colectiva, con unas características y unos objetivos propios" (Conde, 2001).
El mismo autor plantea algunas características como, por ejemplo:
  • Posee una doble interpretación, primero cognitiva y, posteriormente, motriz.
  • Cuando el alumno realiza la parte motriz,  es el protagonista de su propio aprendizaje.
En la medida de lo posible, es conveniente que estos cuentos tengan una duración aproximada de veinte minutos y que cuenten con una breve presentación de los personajes, un nudo de la historia y un desenlace. 
No es recomendable que se utilice un vocabulario muy complejo, todo lo contrario, debe estar adaptado a la edad de los alumnos para favorecer, así, su comprensión.

A través de los cuentos motores se pueden trabajar multitud de contenidos, que permiten, al mismo tiempo, interrelacionar las distintas áreas. Desde contenidos relacionados con las ciencias naturales, sociales, hasta con música o educación artística.


 Los cuentos motores aportan numerosos beneficios a los alumnos:
  • Motiva intensamente a los alumnos, y de este modo, el aprendizaje es más significativo para ellos. 
  • Favorecen la participación activa del alumnado.
  • Desarrollan las competencias básicas.
  • Fomentan la Educación en valores.

Este recurso posee, también, algunas limitaciones, como:
  • Una mala sonoridad en el pabellón o el el aula en el que se desarrolle el cuento.
  • Tener un gran número de alumnos en el aula y no contar con maestra de apoyo.
  • Invertir mucho tiempo en la elaboración y el desarrollo de dicho cuento.
El desarrollo de los cuentos motores se puede evaluar de varias formas. 
La forma más adecuada, es a partir de una escala de estimación o una lista de control. Lo más recomendado es que vaya acompañada de un registro anecdótico en el que el docente pueda anotar observaciones relacionadas con el desarrollo de la actividad.

Propuesta de cuento motor "El pececito aventurero" para alumnos de 3 años.

Había una vez, en un mar muy muy lejano, vivía un pequeño pez llamado Aletas. Era un pececito muy especial porque le gustaba vivir muchas aventuras. Todos las tardes salía con sus amigos los pulpos, las langostas, las almejas, las ballenas y los cangrejos a pasear por el fondo marino en busca de algo para merendar.

-A continuación, los alumnos realizarán una actividad similar al juego del pañuelo en la que tendrán que, divididos en dos grupos, desplazarse imitando el animal que les haya tocado, hasta el centro del espacio para atrapar la merienda que será representada por un saco de arena. -

Después de merendar, el pez Aletas y sus amigos siguieron dando un paso, cuando de repente se encontraron con un gran tiburón que venía a por ellos, así que decidieron esconderse dentro de unas rocas que vieron a lo lejos y así distraer al tiburón.

-Se colocan distintos aros por el espacio disponible. Uno de los alumnos representa al tiburón, y el resto, tiene que moverse por el espacio para huir de él. Dentro de los aros no pueden ser pillados. Cuando el tiburón atrapa a un compañero, éste se convierte en tiburón. -

Cuando se dieron cuenta, el pez Aletas y sus amigos se habían perdido y necesitaban encontrar el camino a casa lo más pronto posible, ¡estaba oscureciendo! Así que empezaron a dar vueltas y vueltas hasta que encontraron el camino a casa.

- Se colocan, en esta ocasión, cuerdas de distintas longitudes por el espacio, también pueden utilizarse cintas pegadas o pintadas en el suelo. Los niños deberán recorrerlas hasta llegar al espacio que representa la casa. Esta actividad puede presentar variaciones como, que se aumente la velocidad de desplazamiento, o que aparezca un nuevo rol y tengan que huir de él. -

Finalmente, el pez Aletas y sus amigos llegaron a casa, se despidieron y se fueron a dormir. Había sido otro día lleno de aventuras.

-Por último, los alumnos se sientan por el espacio y, escuchando una melodía suave, se relajan mientras respiran profundamente para acabar tumbados boca arriba  y finalizar, en ese momento, la actividad.



Laura Bernal - Murcia Mayor



Referencias:

Iglesias, J. (2008). Los cuentos motores como herramienta pedagógica para Educación Infantil y Primaria. Icono14. 6 (nº1), pp. 3-6.

Otones, R. y López, V M. (2014). Un programa de cuentos motores para trabajar la motricidad en educación infantil. La peonza: revista de Educación Física para la paz. (9), p. 34.





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