¡Buenas tardes!
Otra semana más estoy aquí para hablar sobre la Educación Física en Educación Infantil. Esta vez quiero tratar la importancia de introducir el yoga a los niños. Considero interesante la inclusión del yoga en Educación Infantil, ya que es una actividad innovadora, y resulta muy motivadora y atractiva para los alumnos.
La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, dice que durante esta etapa los niños tienen que conocer su propio cuerpo y el de los otros, así como las posibilidades de acción, aprendiendo a respetar las diferencias. El yoga da una gran oportunidad para lograr estos objetivos.
Según García (2013), el yoga es una disciplina igualitaria e integradora que nos enseña a abrir el corazón y la mente para aceptar la diversidad existencial. Teniendo esto en cuenta, el yoga aporta múltiples beneficios en el plano físico, intelectual y emocional, logrando así el desarrollo armónico del alumnado.
Calle (1999), dice que a través del yoga se permite que el niño conozca de manera vivencial su propio cuerpo, armonizando así cuerpo y mente.
Los objetivos que se pueden plantear para que desarrollen los niños con una sesión de yoga son los siguientes:
-Desarrollar la conciencia corporal, mejorando la expresión corporal.
-Mejorar la atención y la concentración.
-Potenciar la autoestima y canalizar las emociones.
-Prevenir problemas posturales y aprender una correcta actitud postural.
-Obtener un modelo respiratorio saludable, a través del aprendizaje y desarrollo de técnicas de respiración.
- Disfrutar de las posibilidades motrices del propio cuerpo ,en situaciones como los bailes, expresión corporal, masajes, y a través del juego.
- Conocer a través del Yoga los hábitos y posturas de diferentes seres vivos.
Los niños pasan muchas horas sentados en una silla y en muchas ocasiones, se les quita importancia a las actividades que requieren que se muevan. El niño es acción y movimiento, y a través de la experiencia, se produce el conocimiento. Se necesita una metodología en la se necesito movimiento por marte de los niños, si no puede generarse estrés en ellos. Debido a esto, los alumnos pueden tener ansiedad, baja autoestima, falta de confianza, sedentarismo… Esto a largo plazo puede provocar un abandono escolar a menor edad. Por ello se deben tratar las necesidades de los niños de la forma adecuada.
Enseñarles el yoga a los alumnos desde edad muy temprana les puede permitir utilizar sus recursos internos para poder hacer frente a las situaciones de la vida cotidiana, con el fin de que cada vez sean más autónomos. Además, favorece la atención, la memoria, la autoestima, la afectividad, las habilidades y las limitaciones de cada individuo.
Pero esto puede provocar rechazo por parte de algunos profesores y sobre todo de los familiares. Ocupar mas tiempo en actividades físicas durante un día escolar, puede ser rechazado por la familia, ya que puede que no comprendan la importancia que ésta tiene.
Por ello hay que presentar el yoga de forma atractiva, para que se comprenda como éste favorece el desarrollo integral y armónico del alumnado.
De esta manera los docentes y la familia pueden llegar a aceptar este nuevo tipo de actividad. Por último, comentar que sería muy beneficioso que se pudiera trabajar el yoga de forma compartida en el ámbito escolar y familiar.
Ana Belén Carmona Ortiz
Referencias bibliográficas:
García, D. (2013). El yoga en la escuela: Un aprendizaje para la vida. Barcelona: Octaedro.
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado. Madrid, 10 de diciembre de 2013.
Calle, R. (1999). El gran libro de yoga. Barcelona: Ediciones Urano.
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